Con cada acto del alcalde de Valencia Joan Ribó, parece que queda más claro la poca consideración y el desprecio que tiene hacia los mercados municipales y hacia sus vendedores.
Ya no solo todos los impedimentos que está poniendo a la accesibilidad de todos estos, quitando aparcamiento para añadir más y más carril bici, para poner una cantidad desmesurada de contenedores de basura o quitando las paradas de autobuses.
Ahora también pretenden abrir un nuevo mercado enfocado en la agroalimentación en una zona de Castellar a través del método de la tira de contar. La cuestión es que en Valencia hay 17 mercados municipales los cual necesitan urgentemente inversión, restauración y mantenimiento, además de la ampliación del aparcamiento. No se puede competir con las grandes superficies si los mercados no tienen apenas accesibilidad ni en coche ni en transporte público.
Muchos de estos mercados tiene puestos cerrados ya que no dan facilidades para la creación de empleo en este sector, además que el acoso y derribo a estos vendedores no cesa (las sanciones a la mínima de cambio, las inspecciones continuas y el cierre de paradas).
Con la situación de la crisis que estamos viviendo afectando sobre todo a los autónomos y a las pequeñas empresas, los mercados municipales no podrán resistir mucho más.
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