Los mercados municipales de la comunidad valenciana se están viendo muy perjudicados por la situación actual de crisis provocada por el Covid-19, no solo por la situación general que nos rodea, sino por la mala gestión del ayuntamiento de Valencia, tanto antes como después del estado de alarma.
Tras establecerse el estado de alarma en el mes de marzo de este mismo año, el ayuntamiento procedió a la reducción del horario de los mercados municipales, a pesar de ser un servicio de primera necesidad. Esto provoca que se queden en una clara desventaja con respecto a sus competidores principales que son los supermercados y grandes superficies. A pesar de que estos establecimientos redujeron también su horario es mucho más amplio que el de los mercados municipales.

Contra esto ha tomado medidas la Asociación de Mercados Municipales de la comunidad Valenciana, ya que han denunciado esta situación ante los tribunales, y han denunciado esta situación.
Los mercados se componen principalmente de autónomos y pequeñas empresas, que si no pueden vender, no cobran. Si se reduce el horario, se reduce el aforo y no hay ayudas posibles para los vendedores, la situación se vuelve cada vez más precaria.
Se tratan de establecimientos públicos a los que en ningún momento el ayuntamiento ha equipado con el material necesario para su seguridad, ni mascarillas, ni gel desinfectante ni personal para controlar el aforo, de todo ello se han tenido que encargar los propios vendedores.
Pero esta situación empeora con el tiempo, las ayudas son escasas y las pocas que hay para este sector no llegan, como por ejemplo la ayuda que se publicó en el mes de julio para la reactivación de los mercados, que a día de hoy sigue sin asignarse, un ayuda de una cuantía de 1.000€ por puesto, lo cual no es suficiente para este sector que ha visto reducida su facturación de manera considerable.
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